
05 Jul Las emociones
La palabra emoción viene del latín, del verbo «emovere», que se forma sobre «movere» (mover, trasladar, impresionar) con el prefijo «e-/ex» (retirar, desalojar, hacer mover). Por lo tanto, una emoción es algo que saca a uno de su estado habitual y que implica movimiento en una dirección concreta. Las emociones son impulsos biológicos que nos empujan a actuar, principalmente con el objetivo de preservar nuestra integridad.
Una de las funciones principales de las emociones es expresar cómo nuestro inconsciente procesa una serie de estímulos externos y los refleja en nuestra biología. Las sensaciones físicas que acompañan las emociones son reguladas por el neocórtex; luego les damos una explicación racional que se expresa en forma de pensamientos y sentimientos. Sin embargo, no somos conscientes de las acciones que emprendemos cuando nos embarga una emoción intensa, ni tampoco podemos tener un recuerdo preciso de todo lo ocurrido. Para reaccionar con la rapidez que se requiere en ciertas ocasiones, nuestro cerebro tiene que funcionar de forma rápida sin que apenas seamos conscientes.
Las emociones no pueden considerarse ni buenas ni malas, ya que todas son biológicamente indispensables para reaccionar de forma adaptativa ante los estímulos del entorno. Los seres humanos tenemos en común una serie de emociones básicas, pero la forma de gestionarlas es totalmente personal y única.
Durante el acompañamiento se conectará con las emociones y las sensaciones físicas que aparezcan con el objetivo de encontrar aquella información inconsciente que está bloqueando el bienestar y plenitud del consultante. Se darán las herramientas para que esas emociones se puedan gestionar de manera saludable y potenciar las habilidades necesarias para adaptarse a situaciones nuevas con apertura, amor y responsabilidad.